sábado, 26 de enero de 2013

Adios amigo.


Sentir, ser sensible a la música, la pintura, la naturaleza o a la personalidad de las personas creo que en parte lo aprendemos y en parte lo llevamos dentro. Cada uno tenemos una predisposición que posiblemente estimulada por nuestro entorno se desarrolle más o menos.

Soy una persona pasional, suelo hacer lo que siento y me gusta soñar con lo que quiero hacer. Me gusta la música, adoro el cine, leer y me siento completo en la naturaleza. Me gustan las personas y me gustan mucho, soy de los que prefiere unir a grupos de gente en vez de hacer grupos cerrados y quizás más íntimos. 

Creo que me gusta vivir y disfruto viviendo. Un tanto inconformista, me gusta experimentar y abrir nuevos caminos. Pero ha habido constantes durante toda mi vida: si me das elegir entre una ópera y un cuadro, siento más al segundo; entre una gran urbe y el campo, me pierdo entre los bosques; estar en casa tranquilo o viajar, aunque sea al pueblo de al lado, prefiero moverme. Pero sobretodo y no se porqué, siento como son, como sienten y que necesitan los animales.

Es ridículo, lo se. Las personas que nunca han compartido su vida con un animal no logran entender como los que convivimos con ellos podemos sufrir y sentir que ese ser, tiene los mismos derechos y necesidades que tú. Es complicado explicar a quien no siente, qué se siente, es complicado enseñar si tus ojos no ven. 

Esta noche tuvimos que dormir a Ambar. 

Ambar ha sido un perro especial y cada faceta que ha experimentado, nada de lo que ha hecho ha dejado indiferente a quienes le observaban. Primero su belleza y es justo que lo diga. Hecho del material de las obras de arte, su físico y su capacidad pertenecían al Olimpo de los Dioses. Tocado con un don, verle correr en el campo era observar la definición de la palabra armonía, compartir con él nuestra carrera diaria, verle subir y bajar, volar entre los árboles y fundirse en la maleza era el mayor de los privilegios. Compartir con él, ese disfrute y saber que lo vivía, es uno de los mayores regalos que jamás tendré. Cuántas veces he sentido envidia por no ser como él y sentir esa fuerza, agilidad y armonía. Cuantas veces me ha hecho sentir especial y parte de su mundo cuando sin saber cómo, aparecía por detrás y con su húmeda nariz me tocaba ligeramente en la mano como diciendo, ey colega!, como mola esto. 

No era perfecto. Sus inseguridades nos han producido más de un dolor de cabeza pero quizás por ellas y por como, poco a poco las fue superando, le hizo para nosotros aún más especial. Tímido y un tanto distante, necesitaba tiempo para los extraños. Sin embargo en casa, ha sido el mejor compañero de piso que jamás he tenido. En casa, él y Raquel se fusionaban. Su pelo de terciopelo, su cuerpo caliente y sus movimientos pausados le hicieron dueño de la mejor parte del sofá. Se me hace tan grande esta casa que se, que si ahora Raquel no estuviera no podría parar en ella ni un minuto. 

Es increíble como las rutinas diarias y esos pequeños detalles estúpidos pueden ser hoy tan importantes. No verle en la puerta de la cocina mirándote mientras hacíamos la cena, no sentir su nariz justo cuando ibas a dormirte despidiéndose de ti hasta al día siguiente, no escuchar la cadencia tranquila de sus pasos al despertar, no oír esos bostezos de león o las sacudidas de gigante, no ser recibido en casa con sus golpes, besos y juegos, no tenerle ahora a mi lado, me parte por la mitad. Porqué ha tenido que irse tan pronto, justo ahora que no nos podíamos imaginar nuestras vidas sin él, ahora que los tres éramos uno y éramos una familia, rara quizás, pero lo éramos.

Cómo voy a subir al monte sin ver ese despliegue de energía y belleza a mi lado. Cada rincón de la sierra lo hemos recorrido juntos y lo digo de verdad, cada palmo, ruta, sendero, cuerda o pico, fueron conquistados de su mano. Allí venció miedos, aprendió a moverse, y nos brindó con espectaculares carreras tras cabras y corzos. Allí quizás, desperté mi herencia de cazador y mis genes recordaron una antigua unión entre perro y humano que nunca entenderás sino convives con un animal así.  

He sido un afortunado, por poco tiempo si, pero se que he sido tocado por un Dios terrenal que ha querido enseñarme nuevos caminos que sin él jamás habría recorrido. Ahora entiendo mejor a quienes la timidez y la delicadeza son necesidad en su vida. Entiendo la pausa y la mirada, el tiempo y el espacio. Y he aprendido a dejar tiempo para que aprendan, a dejar que por si mismos experimenten. He aprendido y él me ha enseñado, nos ha enseñado tanto que hoy me siento vacío.

Esta noche se fue pero nos ha dejado tanto a cambio que nunca lo que nos queda de vida será igual. Amigo mío, sabes que no creo en nada, sabes que se, que simplemente no estás. Pero si por una remota razón me equivoco te pido que, allá donde vayamos, si te encuentras a otro amigo mío que ya hace tiempo marchó, no le muerdas, él nunca lo haría contigo de verdad, Harpo era así. Y que juntos me esperéis porque os prometo que si hay algo más donde agarrarse y no caer en el olvido, os encontraré. Os quiero, te quiero pequeño.

martes, 14 de agosto de 2012

Nuestra Historia

Quizá sea esta una historia más. Sí, con acento, lo es.
Tal vez sea un historia de tantas de las que se pierden entre la red, para eso están además. Sea esta también tal vez una historia de justificación, seguramente.
Y tal vez, otra vez, si pudieras leer esto, te parecería absurdo pero los seres humanos lo somos, sí, de nuevo, con acento. Pero me llevas a escribir, cuando ya solo lo hago en mi vieja libreta y para mí, a exponer en este post todo lo que significas.

Estás tumbado en el salón, sobre la fresca tarima, intentando respirar algo de aire en este caluroso verano.  Yo sobre el sillón en el que me encanta que te subas, pensando que te debía esto, que te debo unas letras.  Esas que no valen en mil una imagen pero que son mejor, en mi caso, de todas las que pudiera mostrar.

Ahora mismo no se cómo empezar pero por una vez, me dejaré llevar por este teclado, no mío, y que fluyan los sentimientos, si es que en alguna ocasión se pudieron plasmar con símbolos, caracteres, o como quiera que los llamemos, los humanos.

Difícil y contrario a lo que yo pude pensar nunca, seguro fruto de mi incultura canina, llegaste a mi vida. No me lo pusiste fácil no, no nos lo has puesto fácil , mea culpa.
Rebelde, desconfiado, arisco, y excesivamente nuestro, has ido forjando en nuestras vidas, tu hueco particular y vaya si lo tienes.

En estos últimos meses muy duros para mí, y es que nosotros nos complicamos la vida con estados del alma extraños e inexplicables, he encontrado un compañero inseparable.

Y no es que hayas desarrollado ese sexto sentido del que hablan algunos sobre los perros, cuando se encuentran deprimidos y desolados, de saber qué me pasa  y acudir en mi anhelo, alguna frustración más de mi voluble y condicionado estado de persona, cuanto hubiera querido yo... pero acaso cuando el resto del mundo puede moverse en función de tus necesidades??? tu también tenías que serlo??? y es que harto sensible y simple buscas al final lo que cualquiera haría y es, buscar lo más estable, y yo para tí nunca lo he sido.
Ahora bien, si me paro a pensar, como puedo juzgarte de tal forma si al final yo puedo ser igual? desconfiada... arisca...distante... sensible a la vez.  Y ahí estás. Tumbado, descansando, después de esa caminata en la sierra, cuando te sienntes libre de verdad, y no voy a corregir la n.

Un ser de caracter y que no se deja manipular...al final haces las cosas porque nosotros queremos y nos producen bienestar, hay algo más sincero???
Gracias por tus recibimientos en casa, tus saltos y tu mirada sincera, esto ha servido más que todo el mejor de los bálsamos, cuanto te echo de menos cuando no estás. Tu paciencia por las mañanas, tus miradas al borde de la cama y tu saber estar cuando voy a la piscina. Sabes que cedo más a la ligera y que a la hora de pedir comida soy la puerta donde llamar pero lo siento soy débil, muy débil y tampoco puedo cambiar. A cambio, acepto tus inseguridades y que nunca hayas querido venir donde yo quiero correr, y mira que aquí, me duele pero bien, pero agradezo que madures, que me esperes cuando en el campo me quedo atrás y que mires para saber si me he perdido o no, me hace feliz...fíjate cuan egocéntricos somos...pero al final formas parte de mi manada y eso son palabras mayores.

Nuestros largos paseos respirando y tratando que el stress no me atrape han estado bien, sin perros, eso sí, puesto que no soy tu seguridad para estos dos inseguros pero eres un gran alma.
Y seguiré protestando cuando hace frío y cuando llueve pero tus ojos Ámbar y tu conformismo me abruman, siento no ser la dueña que tu hubieras deseado pero ahí y para eso está Nacho, sabes así mismo que cuando te regañe o quieres subirte a la cama...shhh. shhh, que te dejaré y en ello me tienes cogido el pulso.

Fíjate que no fuí al cumpleaños de mi padre cuando estabas enfermo y aquella noche que te dejé echo un rollito en mi regazo, pensando que te podías ir, y que no lo merecías.Eso solo lo podría hacer con Nacho y contido... Eres salvaje y primitivo, demasiado libre pero al fin y al cabo nuestro, y aquí estás, luchando. Espero haberte dado yo en aquel momento todo mi amor cuando dije , Ámbar, el amor cura. Y no sé si aquello, si el Miltelforan o el Alopurinol pero trato de darte a mí manera todo el que tengo.
Sigue mirándome con tus ojos tiernos y saltando, que coño, cuando me ves, eso me hace feliz. Perdona una vez más como en las tragedias de Shakespeare todas mis debilidades, fruto de mi naturaleza, y acompáñanos en el viaje, hasta el final, pues es lo que deseamos.

Me da igual que no comprendáis este post, lo entenderemos nosotros, puesto que no es una mala historia sino todo lo contrario, y qué más da si la tuya con uno de ellos es diferente.
Corre salvaje y anda, venga, no seas tonto y acompáñame en alguna, solo alguna en la que tú me sigas a mí... y si no es así, seguiré arañándome en la dehesa o en valdelatas detrás tuya corriendo detrás, dándote la oportunidad de ser el líder que yo nunca fuí ni seré.

Se te quiere, Ambar, mi pequeño y gran, rhodesian en Madrid.

jueves, 5 de julio de 2012


38 kilos, no sabíamos que estaba enfermo y tenía leishmania.


43 kilos, el final del invierno era menos duro que lo que fue el mismo. Ambar engordaba y se hacía mayor.


47 kilos. 3 años, casi superada la enfermedad maldita y en su máximo esplendor físico. A día de hoy.

jueves, 22 de marzo de 2012

Nieve primavera


Mirase donde mirase, todo era nieve.


Por arriba y por abajo. Y además, increiblemente no hacía nada de frío.


No lo se, yo por si acaso, a disfrutar que es lo mejor que se hacer.


22 de Marzo en Miraflores de la Sierra. Madrid.

miércoles, 22 de febrero de 2012

1 er Canicross bemefico en Cercedilla


El 4 de marzo nos veremos las caras todos los que queráis compartir esta fiesta para ayudar a colegas q noviven como un servidor y q no tienen la suerte de tener una dueña tan fassion como la mía.

Más información en:

http://clubdecanicroscorrecaninos.blogspot.com/

viernes, 17 de febrero de 2012

Mi primer contacto con el agility.


Hera saltaba...


... y saltaba.


Y yo, desde fuera, era algo q no iba a consentir.


Y a pesar de que había quién no daba un duro por mi.


No solo lo conseguí sino q lo repetí varias veces.

miércoles, 1 de febrero de 2012

MiPerro10



En la localidad de San Agustín del Guadalix, pegados junto  la Nacional 1, Jesus y María matrimonio y expertos en el mundo canino y amigos del que escribe, se han embarcado en una aventura poco usual en este país.


Les abala la profesionalidad, Maria es veterinaria, etóloga y adiestradora canina y Jesús uno de los mejores entrenadores nacionales de agility. Pero sobretodo, les abala la pasión con la que se han lanzado en los tiempos que corren, por llevar a cabo un sueño que les motiva cada día.








Podéis saber más de ellos en su web: http://www.miperro10.com/ en dónde dentro de poco también veréis estas y muchas otras imágenes que iremos haciendo.

domingo, 29 de enero de 2012

Recuperado!!!


Que un animal enferme es algo con lo que contamos cuando decides compartir tu vida con él, pero que sepas llevarlo sin sufrir, es imposible de conseguir.




Afortunadamente, quizás la misma razón que les hace vivir tan poco tiempo les hace recuperarse increíblemente rápido.



E incluso recuperar peso a más velocidad que comen.



Ale!!!, pillarme si podéis.